Llevamos
más de un mes viviendo en una furgoneta del 92, concretamente una Toyota
Townace blanca, que es nuestra casa desde que abandonamos el piso en el que
vivíamos, con todas las comodidades del mundo. Es un cambio, si! y muy grande,
pero las aventuras que nos hace pasar viviendo en ella… serán una experiencia
inolvidable para el resto de nuestras vidas con un sinfín de anécdotas que
contar a nuestros hijos.
Y
muchos de vosotros os preguntareis ¿como debe de ser vivir en una furgoneta?
Pues tras mi experiencia de algo más de un mes viviendo en ella, deciros que no
es fácil, pero también que este es el mejor país para probarlo. Australia esta
diseñada para hacer mucha vida en la calle.
Todo
se hace mucho más fácil y llevadero cuando tienes acceso a baños públicos por
todas partes, es decir te puedes encontrar en un paseo por la costa un baño
cada 50 metros, siempre con papel higiénico disponible y algunos de ellos
incluso hasta con duchas. Levantarse cerca del mar, asearse, desayunar a
empezar la jornada laboral. Esta ha sido nuestra rutina diaria a lo largo de
este mes, ya que hemos seguido trabajando para ahorrar. Pero esto se acabo,
dejamos los trabajos y nos disponemos a viajar un poco.
Además
de servicios públicos, por toda Australia hay BBQ Eléctricas!!!, si
eléctricas…..Esto lo ponen en España y no duran ni dos semanas…o nos
pelearíamos por usarlas. Aquí en cambio puedes hacerte el desayuno, la
comida y la cena en ellas. Y esto es
maravillosos, ir al supermercado más cercado y decir, ¿hoy que menú preparamos
frente al mar? Alitas de pollo, mazorcas de maíz, pescado(esto muy pocas veces
por desgracia, aquí el pescado es carísimo y creo que no muy bueno, solo he
comido 3 veces),…
Durante
toda esta experiencia hemos tenido momentos muy buenos pero también alguno no
tan bueno, por ejemplo cuando algo falla en la furgo; cuando lleva dos días
lloviendo sin parar y ya no sabes donde meterte/que hacer y tienes una bolsa de
ropa sucia acumulada en la furgo; cuando te despierta la policía de una siestita
a las 8 de la tarde (claro para ellos ya es de noche, y no se puede pernoctar en casi ningún sitio
tanto en coches como con tiendas de campaña) así que ya te dan un aviso y te
recuerdan que si te vuelven a pillar multa al canto, unos 500$.
Pero
por todo lo demás esta bien, conocer a mucha gente con formas de vida
totalmente diferentes, gente de paso o gente que su forma de vida esta hecha
sobre rudas. La verdad que cada mañana en el lugar donde dormimos
habitualmente, podemos ver furgonetas, auto-caravanas, súper-chalets con todas
las comodidades sobre ruedas y luego esta la nuestra….jeje… nuestra carraca
vintage preferida!!
Al
ser una furgo pequeñita a estas alturas estamos muy bien entrenados para hacer
tetris en todo momento, aun que hay días en los que el tetris siente un ligero
desorden dentro de un orden, previamente establecido. Todo es cuestión de
paciencia, aunque haya días que se pierda!
Otro
giro radical que ha dado nuestras vidas este ultimo mes al vivir en una furgo,
ha sido la vida social. Ahora estamos todo el día en la calle, literalmente, de
un lado para otro. Robando wifi en supermercados (ahora mismo es lo que estoy
haciendo) y centros comerciales, haciendo visitas semanales a la biblioteca,
descubriendo cines gratuitos, zonas de copas muy alternativas, fiestas y saraos
varios. Antes cuando tenias un día duro de trabajo y acababas la jornada cansadísima
siempre pensabas en llegar a casa, darte una ducha y tumbarte a descansar.
Ahora, en cambio, nada de eso. En el camino hacia la furgo en autobús vas
pensando; ¿tendré comida preparada o tendré que sacar las cajas de la comida y
los cacharros, buscar una bbq libre y ponerme a cocinar a las 4 de la tarde? También
piensas por supuesto en darte una duchita caliente y relajarte. Un baño en
nuestra antigua piscina y en el jacuzzi, bueno esto si que lo hacemos, porque
nos seguimos colando en la urbanización donde vivíamos para darnos un baño tras
hacer un poco de ejercicio. Pequeñas trampas que se hacen al llevar una vida
medio homeless!
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